El presente blog ofrece una visión acerca de una de las corrientes artísticas que más me fascinan: el "Liminalismo". Los espacios liminales en el arte, como los que presentan Mónica Dixon y Edward Hopper, crean una atmósfera de reflexión e incomodidad. A través del uso de luz y sombra, estos artistas logran transmitir una tensión psicológica en sus obras. Estos lugares, aparentemente vacíos y distantes, representan una sensación de aislamiento y transformación, invitando al espectador a repensar su relación con el entorno.
Mónica Dixon, Hunter (Cazador) 100x100 cm - Acrílico s/ lienzo.
Edward Hopper - "New York Movie" (Pelicula de New York) 81,9 x 101,9 cm - Óleo s/ lienzo.
Lo cautivador de estos espacios radica en su carácter perturbador y lo inesperado que surge de ellos. Lo extraño en lo liminal genera nuevas formas de interpretar la realidad. Estos escenarios desafían nuestras ideas preconcebidas sobre la realidad y la identidad, creando una sensación de extrañeza que conecta el mundo tangible con lo onírico. La liminalidad encarna un estado de transición entre diferentes realidades, un espacio de libertad incómoda que genera una constante sensación de suspenso. Este concepto permea no solo el arte, sino también diversos aspectos de la sociedad contemporánea.
Un viaje entre dos mundos.
El término liminal proviene del latín "Liminaris", que se refiere al "umbral" o "frontera". Este concepto describe un espacio de transición, de ambigüedad, donde una cosa deja de ser lo que era para convertirse en algo nuevo. En estos espacios intermedios prevalece la incertidumbre, y aquello que es y no es nos mantiene en un estado constante de expectativa. Por tanto, lo liminal es un territorio de tránsito que desafía la cotidianeidad. El adjetivo "liminal" deriva del sustantivo "Limen", que marca el punto en el que comienza un cambio, ya sea físico o psicológico. En el arte, esta transformación es representada de manera sublime, ya que el arte en sí mismo es un umbral que detiene el tiempo. Contemplar una obra de arte puede ser una experiencia transformadora, ya que nos obliga a detenernos y percibir el mundo desde una nueva perspectiva.
Lukasz Pazera - Postcard From The Zone IV (Postal desde la zona IV) 135 x 90 cm.
Aron Wiesenfeld - Night grove (Arboleda nocturna) 61 x 48 cm Óleo s/ tabla -
Transformación y metamorfosis.
El concepto de liminalidad fue propuesto por el etnógrafo francés, Arnold van Gennep, en su libro "Los ritos del pasaje". En dicho libro, Gennep, habla de ritos espirituales que marcan el paso de un estado a otro de un individuo y/o grupo social. Su enfoque en estas transiciones, ayudan a comprender como las sociedades y personas manejan estos procesos de transformación en diferentes contextos. Un estudio que se usa en áreas como la sociología, la migración, la religión, entre otros. Algo que le falta a esta época moderna, es claridad frente a estos ritos de transición, antiguamente, muchas culturas realizaban ceremonias para acompañar a los individuos en sus metamorfosis, lo que generaba mucha paz, claridad y estructura; hoy en día, sobre todo en los adultos jóvenes y adolescentes, parecen encontrarse atrapados en sus umbrales de transición, en esos estados de liminalidad en donde se sienten abandonados por la sociedad, generando que deban construir sus propios ritos; de ahí es que ahora surjan grupos de jóvenes con ideas extremistas, como las Trad wifes, Hombres de alto valor, Feministas radicales o los Incels, quienes no han sabido como hacer frente a sus umbrales de transición y han construido ritos dañinos tanto para ellos como para la sociedad.
Aron Wiesenfeld - Playground (Patio de juegos) óleo s/ tabla 51 x 46 cm
Aron Wiesenfeld - Fall (Otoño) Óleo s/ tabla 51 x 46 cm
Esto ya fue tratado por el mitólogo, Joseph Campbell, en su serie de libros "Las mascaras de Dios", en el cual dice:
Joseph realiza un estudio sobre la maternidad y el nacimiento como otra forma de umbral, de liminalidad; en donde estas pequeñas vidas se hayan de pronto en un estado de incertidumbre, el cual llamamos nacimiento. El bebé deja la seguridad del útero para verse repentinamente arrojado desde un umbral traumático a una sala de hospital donde ya no se siente seguro, entra en un espacio liminal que no es capaz de entender. Joseph escribe:
Esto ha sido representado muy bien en mitos como el del Minotauro, en donde un héroe entra en el laberinto para matar a esta criatura y al salir de este, sale diferente, transformado.
El filosofo griego, Parménides, describía estos espacios de agobiante transición de la siguiente manera, para él, el individuo se encuentra solo con dos caminos: el camino de la noche y el día. El camino de la noche es el del "no ser", "la nada"; y el camino del día es el del "Ser", y es el que estaba bien según Parménides. Él anunciaba que "El ser ES y puede NO SER", y que por ende, el vacío no existe y todo esta lleno de "ser", ya que con el solo hecho de pensar el concepto de vacío, ya estas llenando un espacio con un ser, el cual eres Tú.
Siguiendo esta lógica en donde "nada esta vació", los espacios liminales nos arrojan contra una dimensión en donde nada tiene sentido en su aparente cotidianeidad, ya que allí todo se siente vacío al no haber seres ocupando espacios hechos para ser ocupados por nosotros, pero en el momento en el cual pones la mirada sobre estos espacios, te conviertes en ese Ser que se enfrenta contra la incomodidad de estar dentro de un limbo, donde todo parece ser y no ser al mismo tiempo.
Fragmento del cortometraje "Backrooms".
Monica Dixon - Little Red Ball (Pequeña Bola Roja) Acrílico s/ lino - 50 x 50 cm.
El filosofo Martin Heidegger, indica en su libro: "Construir, habitar, pensar", que el ser humano no solo tiene la incansable necesidad de crear espacios por ese instinto de resguardo, sino que esto obedece también a una búsqueda interior. Se esta refiriendo a la dimensión mental del habitar, y por eso el espacio tiene capacidad de influir en nuestro pensamiento y en nuestro ser, porque somos el espacio que habitamos.
De este modo, el vacío, ha pasado de ser una categoría ajena a los humanos, a estar intrínsecamente ligada a nosotros, a nuestra conciencia y sensibilidad; porque cuando pensamos en el vacío lo transformamos en una suerte de espacio, y cuando esos espacios dejan de pertenecernos, es cuando surge el terror y el sentimiento de lo ajeno.
El espacio y el pensamiento.
Vilhelm Hammershoi - Courtyard Interior at Strandgade 30 (Patio interno Strandgade nº 30) Óleo s/ lienzo - 75 x 63 cm.
A pesar de solo tratarse de un Creepypasta compartido entre los internautas, la estética de estos backrooms evoca de manera profunda la liminalidad de los espacios y esa sensación de inquietud e incomodidad. Espacios con una estética familiar pero que a la vez se sienten ajenos. En este genero del terror moderno, uno se encuentra aparentemente recorriendo habitaciones y estancias interminables que se asemejan mucho a nuestro entorno arquitectónico habitual, pero en donde se respira la incomodidad. Todos esos lugares que conforman nuestra identidad humana moderna se convierten de pronto en sitios anómalos y perturbadores, debido a la ausencia de vida humana, pero que a la vez no parecen abandonados como tal, no suelen tener rastros de falta de mantenimiento, ni el avance de la naturaleza sobre ellos (como nos evocan usualmente los escenarios post-apocalípticos). Por lo contrario, gran parte de ellos hacen gala de una limpieza y orden simétrico, como lugares congelados en el tiempo. Esta sensación de vacío, quietud y abandono que se experimenta al ver un lugar que alguna vez estuvo lleno de actividad, se la llama "Kenopsia".
Los Backrooms y el Valle Inquietante, el "Lore" de lo liminal.
En el 2019, un usuario de una plataforma de foros en internet, compartió la siguiente imagen (izquierda) sin contexto junto a un texto que decía:
"Si no tienes cuidado y te desvías de la realidad en las áreas equivocadas, terminarás en los Backrooms, donde no hay nada más que el hedor de la alfombra vieja y húmeda, la locura del monoamarillo, el ruido de fondo interminable de las luces fluorescentes al máximo zumbido y aproximadamente seiscientos millones de millas cuadradas de habitaciones vacías segmentadas aleatoriamente en las que quedar atrapado" .
A raíz de los Backrooms, muchos usuarios comenzaron a compartir imágenes similares, contando experiencias y sueños relacionados a lo onírico; y sentando las bases de lo que posteriormente seria definido como espacios liminales, los cuales han sido motor para muchas obras de entretenimiento de terror tanto en videojuegos como en cortometrajes, donde destacan los trabajos del director y artista de VFX, Kane Parsons (Link de su canal: https://www.youtube.com/@kanepixels).
Pero ¿Por qué estos espacios generan tanta incomodidad más allá de la sensación de kenopsia? Esto se debe a una teoría llamada "Valle inquietante arquitectónico", la teoría del valle inquietante, fue propuesta por el profesor japones, Masahiro Mori, quien daba clases de robótica en la Universidad de Tokyo, en un ensayo expuso que el diseño estético de los robots se ha ido acercando a apariencias cada vez más humanas, lo que en primera impresión parece una buena idea ya que el hombre puede crear mayor afinidad hacia un androide que se parezca a él, lo cierto es que entre más se parece a un humano, más rechazo produce. Masahiro lo explica de la siguiente manera:
"He notado que a medida que avanzamos hacia el objetivo de hacer que los robots se asemejen a los seres humanos, nuestra afinidad por ellos aumenta hasta que llegamos a un valle, al cual llamo valle inquietante, el acercamiento excesivo a una imagen humanoide con rasgos detallados y materiales que imitan la estética humana resulta contraproducente y crea una sensación de rechazo"
Esto puede producirse por aquello que Freud denominaba como "siniestros familiares", su estudio sobre los siniestros familiares surge del concepto "Umheimlich" (del alemán: misterioso) creado por el filosofo Friedrich Schelling, que define la noción inquietante, como aquello que debía quedar oculto, secreto, pero que se ha manifestado. Se refiere a lo que es familiar, íntimo y amable pero transformado en su contrario; ese algo que debía permanecer oculto y se manifiesta para mostrar la otra cara de lo familiar, convirtiendo esa experiencia en un sentimiento de inquietud. Lo que antes parecía seguro, ahora se vuelve amenazante, tanto como rostros humanos que no tienen nada de humano, o como aquellas casas que deberían representar el hogar, un refugio, y se transforman en algo inexplicable.
A continuación dejo el link de el estudio sobre valle inquietante que realizaron Michael B. Lewis y Alexander Diel para la Universidad de Cardiff, Reino Unido. "Structural deviations drive an uncanny valley of physical places" (Las desviaciones estructurales producen un valle inquietante en lugares físicos).
En dicho estudio, concluyen que el efecto de valle inquietante no se reduce únicamente a androides o robots, sino también a espacios, producto del distanciamiento de una idea preconcebida de lo que es o debería ser un espacio, y de lo que no. Como características generales, estos espacios no suelen estar ocupados por personas, y cuentan con una gran repetición de elementos, generando ansiedad en los visitantes, que a menudo los describen como espacios aterradores. Lo siniestro no es ajeno a la arquitectura, por ello espacios como cementerios, hospitales abandonadas o casas viejas son escenarios de tantas obras de terror, pero en el caso de los espacios liminales, no cuentan con ese sentido antropológico que si posee un cementerio, tampoco cuentan con las huellas de deterioro producto del abandono, tampoco son espacios que inviten a la meditación, son más bien espacios inciertos, inertes en el tiempo, no hay ninguna explicación para su existencia.
El arte de no contarlo todo.
La narrativa detrás de estos espacios, recae en aquello que llaman "El arte de no contarlo todo", donde siempre hay una fuerza oculta, una fuerza abrumadora, que solo se insinúa a través de lo material pero que nunca lo hace de manera directa, y es precisamente esa falta de contexto lo que más ansiedad y miedo genera, porque es lo que parece ser pero nunca llega a ser; juega constantemente con elementos que se conocen bien pero que bajo cierta mirada estética se sienten fuera de lugar. Tras esta experiencia, nunca hay un desvelamiento, no hay un concepto que de sentido a lo que vemos, lo único que queda claro es que siempre parece quedar algo por decir, como ocurre en el caso de esos espacios interiores encuadrados por la luz, que no dejan ver más allá de sus corredores, y te hacen pensar si hay alguien (o algo) esperándote a la vuelta de cada pasillo.
Artistas de lo liminal.
La artista Mónica Dixon logra entender muy bien el concepto de liminalidad de los espacios. En las pinturas de esta artista los lugares parecen haber perdido su función original; el paso del tiempo, esas simetrías que rozan la perfección, la soledad que llena esos espacios, nos hablan de aquello que el filosofo Eugene Thacker llama: "El mundo sin nosotros", y que se relaciona con un mundo hermético del cual nosotros no formamos parte, no nos incluye en él.
Dixon logra jugar con la luz y la sombra a un nivel arquitectónico profundo, creando la sensación de que algo se oculta, pero que no se llega a revelarse nunca, creando un estado de tensión perpetúa. Se vale de lo siniestro para crear disonancias entre lo familiar y lo desconocido, la casa siempre ha sido la necesidad primaria de la búsqueda de refugio, el símbolo de lo que es seguro, una especie de útero. Pero ella hace que sus casas se sientan ajenas, como criaturas independientes de nosotros.
Ella dice: "Personajes y objetos me importunaban, me distraían de lo que en realidad quería ver: el espacio pintado en si mismo. La vibración de la luz en la atmósfera, la soledad esencial del escenario. A veces transitamos por lugares que vivimos sin saber qué guardamos de ellos. Transcurre el tiempo y no nos cuenta lo que en ellos ocurre, sino que nos lleva al abrigo de una tímida luz que conversa con nosotros, porque la realidad que prevalecerá frente a nuestra evanescencia, no son los objetos individuales, ni su configuración particular en el espacio, sino el espacio en si mismo y la luz que lo revela. El espacio como compartimento que describe la escenografía de la vida. El espacio en definitiva, no como mera construcción o vacío, sino como presencia".
"Backrooms" - Creepypasta foro 4chan.
Mónica Dixon Gutiérrez de Terán.
Luego tenemos a artistas como Mitch, bajo el pseudónimo de "Itsallinsideus". El artista decide incorporar a un personaje en todos sus cuadros, se trata de un gato negro (probablemente su mascota). Al igual que Dixon, Mitch también sabe manejar muy bien el uso de la luz y la sombra para crear ambientes minimalistas donde el misterio aquí se transforma en la mirada penetrante de un felino que parece ser mucho más de lo que aparenta, a veces lo acompaña otra figura de apariencia más humanoide (probablemente él mismo) pero igual de inquietante. Resaltan en sus obras el uso del color, y la capacidad que tienen sus obras de resultar profundamente inmersivas utilizando tan pocos elementos gracias al buen uso de la composición.
Mitch "Itsallinsideus"
Alex Selkowitz - Afternoon Conversation (Conversación de la tarde) Óleo s/ lienzo.
Ferdinanda Florence - Central nº2 Acrílico s/ lienzo - 109,2 x 119,4 cm.
Ferdinanda Florence - Waterman nº9 (El barquero nº9) Acrílico s/ lienzo - 9147,3 x 162,5 cm.
Ferdinanda Florence - Sunset, large no. 1 (Puesta de sol, grande nº1) Acrílico s/ lienzo - 98.1 x 102,8 cm
George Ault: Artista estadounidense, nacido en 1891 en Cleveland, OH.
George Ault - August Night At Russell's Corners (Noche de agosto en la esquina de Russell)
Óleo s/lienzo - 90x65 cm.
George Ault - New York Night, No. 2 (Noche en New York, nº 2)
Óleo s/lienzo - 51.4 x 35.6 cm
Dragan Bibin: Artista serbio, nacido en 1984 en Zrenjanin, Serbia.
Dragan Bibin - Death of night (Muerte de la noche) - Óleo s/ tabla - 50x80 cm
Dragan Bibin - Deimos - Óleo s/ tabla - 24x30 cm
Dragan Bibin - Until cows come home (Hasta que las vacas vuelvan a casa) Óleo s/ tabla - 50x80 cm
En los cuadros de todos estos artistas, la melancólica apariencia de las cosas frente a nuestra mirada transitoria, nos habla de lo efímeros que somos. Pese a que por momentos al mirar estas obras, noto una extraña paz interior que te hace sentir un poco melancólico, pero siempre con algo oculto y siniestro acechando en esas habitaciones, calles y jardines, precisamente la ausencia se transforma en una presencia, hallándose la mayoría de estos espacios, en un estado impoluto aparentemente imperturbables al paso del tiempo.
Muchas gracias por haber llegado hasta acá, este blog fue realizado con el objetivo de desarrollar sobre esta corriente emergente del arte terrorífico, y poder brindar a mi publico una perspectiva de cual es el motor creativo el cual me inspira y aspiro llegar¡ este fue un resumen del video de Liminalismo: "Los Espacios Liminales en el Arte" de la creadora de contenido "Numinosa". El cual les estaré dejando el link a continuación por si quieren verlo, al igual que su canal que publica contenido sobre arte habitualmente.
Alex Selkowitz -No Matter Where You Go... There You Are (No importa dónde vayas.. allí estás) Óleo s/ tabla - 81 x 81 cm.